Las precauciones que se deben tomar para evitar el contagio o la propagación de la enfermedad por el nuevo coronavirus son, en principio, las mismas que para la población general, aunque con algunos matices.
Evitar el contacto o mantener una distancia de al menos dos metros con personas que padecen síntomas de infección respiratoria, (fiebre, tos, dolores musculares generalizados, dolor de garganta o dificultad respiratoria).
Particularmente en niños con inmunodepresión, se recomienda no asistir a lugares donde pueda haber aglomeraciones o excesivo contacto con otras personas.
El contagio de las infecciones respiratorias depende en gran medida de la fortaleza del sistema inmunológico. Una buena alimentación es clave para su organismo.
Además de ser perjudiciales para la salud, estas sustancias debilitan el sistema inmunológico, por lo que el organismo es más vulnerable ante enfermedades infecciosas.
Se deben evitar los viajes a las zonas con mayor concentración de casos de COVID-19, tal y como actualizan de forma periódica las Autoridades Sanitarias.
Si tiene síntomas o alguien que convive con usted ha sido diagnosticado de coronavirus debe ponerse en contacto con los teléfonos de asistencia sanitaria de su comunidad autónoma. Además, puede contactar con la Unidad de Trasplante que le atendió y le darán instrucciones de cómo actuar.
Todas las personas que muestren síntomas, sus cuidadores y personal sanitario deben protegerse con mascarillas (quirúrgica o FFP2).
Actualmente, todas las personas sanas también deben utilizar mascarillas obligatoriamente en la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público o que se encuentre abierto al público, siempre que no sea posible mantener una distancia de seguridad interpersonal de al menos 2 metros.
Se debe recordar que el uso de estas mascarillas no reemplaza las medidas de protección anteriores y que deben manipularse y utilizarse adecuadamente para no contagiarse o contagiar a otras personas.
| · Las mascarillas pueden crear una falsa seguridad.
· Las mascarillas quirúrgicas previenen a los demás de la transmisión del virus ya que no permite que salgan al exterior al estornudar o toser. También puede proteger al usuario de salpicaduras de fluidos biológicos. · Las mascarillas tipo FFP2 protegen al usuario ya que disponen de un filtro con una eficacia de filtración del 92 % impidiendo que se inhalen aerosoles y partículas. · Las mascarillas FFP2 con válvula de exhalación no deben utilizarlas los pacientes ya que no filtran el aire exhalado y podrían diseminar el virus. · Las mascarillas elaboradas con tela u otros materiales no han sido evaluadas, no están homologadas y tienen una menor eficacia de filtración. |
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